
MUNICIPIO DE SAN PEDRO IXCATLAN,
TUXTEPEC OAXACA
80 ANIVERSARIO
FIESTAS Y TRADICIONES
FIESTAS:
En Cerro Quemado, se celebra a San Andrés, los dÃas 28, 29 y 30 de noviembre.
TRADICIONES
La celebración de Todos Santos es una fiesta relevante. Se instalan altares y se realizan ofrendas que incluyen los más variados alimentos, siendo el principal el pan especial para la ocasión, el tradicional pan de muerto, y los panes de yema, para lo cual abundan las panaderÃas: son veinte. Se visitan los panteones y se acude a la danza del toxo’o.
A la muerte se la honra. Cuando alguien muere se procede con un protocolo determinado realizándose todo un ritual.
La comunidad se congrega para dar el adiós al difunto y participa del sepelio. Se baila la danza de toxo’o y las bandas de música fúnebre acompañan con sus melodÃas todos los actos finales.
Los familiares, o los que presenciaron la muerte, deben avisar a todos los parientes hasta segundo grado de consanguinidad y afinidad, asà como a los amigos del fallecido. Son los familiares quienes bañan el cuerpo del difunto (aunque puede ser que les ayuden otros allegados). El padrino de bautizo es el encargado de colocar en las manos del muerto un rosario nuevo y una cruz de palma bendecida el Domingo de Ramos, y de persignarlo. Esto debe ser asà para que el difunto sea bien recibido en el otro mundo.
Si el muerto es un niño, se hace una túnica blanca y se le debe rezar desde el primer dÃa. Para los rezos hay que contratar a un rezadero que será el que se encargará de ordenar cómo deben de acomodarlo. Además colocará una cruz de cal debajo del altar y rezará los misterios dolorosos durante el dÃa, la noche y en el trayecto del sepelio.
Los toques de campanas distinguen si el fallecido es niño o adulto, o si es indÃgena o mestizo.
Al muerto hay que enterrarlo al otro dÃa, a la misma hora en la que murió, excepto cuando la muerte haya sobrevenido de madrugada: si es asà se espera a que amanezca el dÃa siguiente.
De la vela se lleva a la iglesia y de allà al cementerio. Al darle tierra se pone un puño de tierra sagrada que procede de la iglesia. Al otro dÃa se celebran los cuatro dÃasen los que se reúnen todos de nuevo para para comer; al siguiente amanecer se realiza una limpia a todos los familiares cercanos para que, como dice el rezador Conrado Julián:
Con esto se barren las huellas del muertito y asà no se corre el peligro de que cause algún daño o espanto más tarde

